Kasaito, 26 años, fotógrafo y director artístico, desprende un aura única.
Originario de Courbevoie, nos invita a descubrir su universo donde la pintura, la música y la fotografía se mezclan para crear una sinfonía visual cautivadora.
Desde sus primeros pasos, Kasaito se vio sumergido en un baño artístico gracias a su madre, quien era una apasionada de la pintura. Los museos parisinos se convirtieron en su patio de recreo, donde las pinturas de maestros como Cézanne, Chagall, Manet y Monet alimentaron su incipiente imaginación.
“Me veo asombrado por primera vez ante 'Los novios de la Torre Eiffel' de Marc Chagall, expuesta en el museo Beaubourg de París”, recuerda.
Artistas como Scred Connexion, A$AP Rocky, The Notorious BIG, The Entourage y Eminem han construido su música. Pero fue a los 17 años que su vida dio un giro decisivo con el encuentro de Mano Leyra, un artista local.
Esta amistad artística impulsará a Kasaito detrás de escena de la creación musical. “Necesitábamos clips, portadas... No teníamos presupuesto, así que íbamos a hacerlo todo nosotros mismos”, afirma. Entonces, impulsado por la necesidad y guiado por su curiosidad, recurrió a YouTube para aprender el arte de la fotografía.
Los autodidactas en la era digital
Armado con tutoriales en línea y una determinación férrea, Kasaito se sumergió en el aprendizaje de técnicas de fotografía y edición. Esta formación autodidacta, alejada de los caminos académicos, le permite desarrollar un acercamiento único y personal a la fotografía.
“Mi estilo fotográfico es el resultado de todo esto: una mezcla de surrealismo, poesía urbana y nostalgia”, explica.
Allí encontramos la influencia de sus primeros amores pictóricos, fusionados con la energía cruda del hip-hop y filtrados a través del prisma de su sensibilidad.
Su verdadero campo de expresión es la postproducción, donde da rienda suelta a su creatividad. "La mayor parte de mi trabajo consiste en retocar usando la herramienta Photoshop".
Pero antes de llegar a esta etapa crucial, Kasaito prepara cuidadosamente sus rodajes. Ya sean sesiones en el estudio o al aire libre, cada detalle está pensado: el concepto, el estilismo, las técnicas de iluminación. Esta meticulosa preparación le sirve de marco para dejar expresar su creatividad durante el retoque.
Es en la intimidad de su habitación, aislado del mundo exterior, donde realmente ocurre la magia. “Necesito aislarme del mundo para poder crear mi arte, la necesidad de encontrarme frente a mi lienzo que actúa como un espejo artístico”.
Esta fase de creación solitaria es para él un momento de intensa introspección, donde cada imagen se convierte en un reflejo de su mundo interior.
Aunque profundamente anclado en su universo personal, Kasaito permanece abierto a influencias externas. Cita en particular a fotógrafos como Elizaveta Porodina, Jack Bridgland y Jeremy Soma, cuyo estilo único y original admira.
Consciente de la importancia de destacar en un mundo saturado de imágenes, Kasaito cultiva su singularidad. “Es importante ser únicos en un entorno artístico, por eso el público nos sigue en las redes sociales”. En un flujo constante de contenido visual, sólo las creaciones más originales y personales logran captar la atención del público.
Con tan sólo 26 años, Kasaito ya ha forjado una identidad artística fuerte y reconocible. Su viaje, desde un niño asombrado por las pinturas de los maestros hasta el fotógrafo innovador de hoy, atestigua su pasión por el arte en todas sus formas.
Si bien su carrera apenas comienza, Kasaito continúa explorando los límites entre la realidad y la imaginación, entre la nostalgia y la modernidad.