Jeff Bezos (Amazon): del garaje polvoriento al imperio global

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Imagínate por un momento: estás en un pequeño y polvoriento garaje en Seattle en 1994. Un tipo con una risa extraña está jugueteando con su computadora. Si te hubiéramos dicho que este chico iba a convertirse en el hombre más rico del mundo, probablemente te habrías echado a reír. Y todavía...

Esta es la historia de Jeff Bezos, el fundador de Amazon. Una vertiginosa historia de éxito estadounidense, entre éxitos deslumbrantes y polémicas rotundas. ¡Espera, que va a temblar!

Comienzos modestos para un destino extraordinario

Jeffrey Preston Bezos nació en 1964 en Albuquerque, Nuevo México. Nada lo predestinaba a semejante destino: su padre biológico, un chico inestable y apasionado del monociclo (!), lo abandonó cuando Jeff tenía sólo 17 meses. Afortunadamente, su madre conoció a Miguel Bezos, un inmigrante cubano que adoptó a Jeff y le puso su nombre.

Desde pequeño, el pequeño Jeff dio muestras de genialidad. A los 3 años desmanteló su cama con un destornillador para tener una “cama de adulto”. Eso promete ! Cuando era adolescente, le fascinaban las computadoras y la ciencia ficción. Ya sueña que la humanidad colonizará el espacio. Una pequeña pista para el resto...

Después de brillantes estudios en Princeton, Jeff se convirtió en banquero en Wall Street. Gana mucho dinero, pero no le alcanza. En 1994 vio el enorme potencial de Internet y decidió dejarlo todo para lanzar su empresa. ¡Rumbo a Seattle con su esposa MacKenzie!

Amazon: libros con un gigante en expansión

La idea básica es simple: vender libros online. Jeff eligió el nombre “Amazonas” en referencia al río que arrastra todo a su paso. ¡Chico ambicioso! El sitio se inauguró en julio de 1995 desde el garaje de Bezos. Las primeras semanas son alentadoras con una facturación semanal de 20.000 dólares.

Muy rápidamente, Jeff ve más grande. Amazon se está diversificando: CD, electrónica, juguetes... El sitio se está convirtiendo en un gran supermercado virtual donde se puede comprar de todo. En 1997, la empresa salió a bolsa. La acción que valía 18 dólares vale 80 dos años después. ¡La máquina está lanzada!

En la década de 2000, Amazon se convirtió en un gigante. Jeff multiplica las innovaciones: suscripción Prime, e-reader Kindle, computación en la nube con AWS... Todo lo que toca se convierte en oro. En 2017, se convirtió en el hombre más rico del mundo con una fortuna estimada en más de 100 mil millones de dólares. Suficiente para permitirse algunos pequeños derroches, como una casa de 23 millones de dólares con 25 baños. ¡Hay que gastar la juventud!

Detrás de escena: controversias y críticas

Pero el éxito de Amazon también tiene su lado oscuro. La empresa está acusada de evasión fiscal y pésimas condiciones laborales. Los empleados denuncian un ritmo infernal, una vigilancia constante, la imposibilidad de hacer pausas... En 2014, Jeff incluso fue nombrado "peor jefe del mundo" por un sindicato internacional. ¡Nada de qué enorgullecerse!

Estas controversias están cobrando aún más impulso durante la pandemia de Covid-19. Mientras Amazon obtiene beneficios récord, sus empleados se manifiestan para denunciar la falta de protección. Algunos se ven obligados a orinar en biberones para mantenerse al día. No muy glamoroso...

El propio Jeff no se libra de los escándalos. En 2019 se divorció de MacKenzie después de 25 años de matrimonio. La prensa de celebridades se divierte, especialmente cuando se amenaza con publicar fotos comprometedoras con su nueva pareja. ¡Así que el dinero no lo es todo!

Un sueño de infancia hecho realidad: la conquista del espacio

A pesar de las controversias, Jeff persigue su máximo sueño: la conquista del espacio. En 2000 fundó Blue Origin, una empresa de exploración espacial. El proyecto avanza de forma lenta pero segura. En julio de 2021, Jeff finalmente hizo realidad el sueño de su infancia al realizar un vuelo suborbital a bordo de un cohete Blue Origin. ¡A los 57 años se convirtió en astronauta!

Este vuelo también marca un punto de inflexión en su carrera: unos días antes anunció que dejaba su cargo de director general de Amazon para dedicarse a otros proyectos, en particular el espacial. Una página pasa...

La conclusión: ¿genio visionario o capitalista sin escrúpulos?

¿Qué pensamos en última instancia de Jeff Bezos? Por un lado, no podemos más que inclinarnos ante su genio empresarial. Partiendo de la nada, construyó un imperio que revolucionó la forma en que consumimos. Su capacidad de innovación y su visión de largo plazo inspiran respeto.

Pero, por otro lado, podemos cuestionar legítimamente el impacto social y ambiental de la Amazonia. La empresa ha contribuido a acabar con las pequeñas empresas, sus prácticas fiscales son cuestionables y su huella de carbono es desastrosa. Por no hablar de las deplorables condiciones laborales...

Sólo Jeff encarna las contradicciones del capitalismo moderno: creador de riqueza pero también de desigualdades, brillante innovador pero poco respetuoso con la ética. Su viaje fascina tanto como perturba.

Una cosa es segura: la historia de Jeff Bezos no está por terminar. Con casi 60 años se lanza a la conquista del espacio. ¿Quién sabe qué más nos deparará este eterno soñador con su risa especial? ¡El futuro lo dirá!