DreamWorks nació de una idea audaz: hacerlo mejor que Disney. Esta ambición es el motor que les impulsa hacia éxitos como Shrek, El Príncipe de Egipto, Madagascar, Kung Fu Panda y muchos otros. Pero volvamos a principios de los años 90, en Beverly Hills, donde tres hombres, Spielberg, Katzenberg y Geffen, anunciaron con orgullo la creación de DreamWorks SKG. SKG para Spielberg, Katzenberg y Geffen, cada uno de los cuales aportó su experiencia única al proyecto.
Steven Spielberg, que ya era una leyenda con éxitos como Tiburón y Parque Jurásico, quería desarrollar la industria cinematográfica británica con su estudio de animación con sede en Londres, Amblimation. En el trío de SKG, Spielberg es la estrella creativa y atrae talentos de todo el mundo. Por su parte, David Geffen, un gigante de la industria musical que trabajó con los Eagles, Bob Dylan y Nirvana, proporciona la seguridad financiera necesaria.
El más joven del trío, Jeffrey Katzenberg, está a cargo de la rama de animación. Nacido en Manhattan, de madre actriz y padre financiero, Katzenberg abandonó sus estudios para dedicarse a la política antes de dedicarse al mundo del espectáculo. Después de ascender en las filas de Paramount, se unió a Disney, donde contribuyó a éxitos como La Sirenita, La Bella y la Bestia, Aladdin y El Rey León. Sin embargo, una traición de su mentor, Michael Eisner, empujó a Katzenberg a dejar Disney con una ambición renovada: crear un estudio independiente capaz de competir con su antiguo empleador.
DreamWorks SKG se fundó con objetivos claros: producir menos de diez películas al año, trabajar con otros estudios y evitar el agotamiento volviendo temprano a casa. La rama de animación, dirigida por Katzenberg, pretende ser el motor financiero del estudio. Reclutó talentos de Amblimation y otros estudios, y compró Pacific Data Image, un pionero en animación por computadora.
El primer gran reto es Antz, una película hecha con urgencia para adelantarse a 1001 Paws de Pixar y Disney. A pesar de las agotadoras agendas de trabajo, Fourmiz se estrenó en los cines antes que su competidora y gozó de un inmenso éxito gracias a su enfoque adulto y sus temas sociales. Sin embargo, 1001 Paws finalmente triunfó, dejando a DreamWorks buscando otro éxito.
El Príncipe de Egipto, la segunda película de DreamWorks, destaca por su fidelidad histórica y sus gráficos realistas. Está codirigida por Brenda Chapman, pionera en el mundo de la animación. A pesar de los desafíos, la película fue un éxito mundial y ganó un Premio de la Academia a la Mejor Canción Original.
Para superar a Disney, Katzenberg sabe que hay que innovar. Se basa en historias sólidas, bandas sonoras compuestas por talentos como Hans Zimmer y voces famosas para sus personajes. Este enfoque da sus frutos con Shrek, una película revolucionaria que mezcla humor cínico y referencias a la cultura pop, que atrae tanto a niños como a padres. Shrek se convirtió en un fenómeno mundial, ganó un Premio de la Academia y consolidó la reputación de DreamWorks.
Le sigue Madagascar, que aporta un soplo de frescura con sus coloridos personajes y su humor poco convencional. La película, inspirada en los dibujos animados de Tex Avery, fue un éxito que se convirtió en una lucrativa franquicia.
Kung Fu Panda, por su parte, mezcla comedia y cine de artes marciales, respetando las tradiciones del kung fu pero aportando un toque americano. La película fue un triunfo mundial, fortaleciendo aún más la posición de DreamWorks en la industria.
Dragon, adaptación de los libros infantiles de Cressida Cowell, marca un nuevo hito para DreamWorks. Con sus impresionantes animaciones y su historia épica, la película amplió aún más la audiencia del estudio, convirtiéndose en una saga muy querida.
A pesar de estos éxitos, DreamWorks también experimentó fracasos. Películas como Las cinco leyendas y Turbo no tuvieron el éxito esperado, lo que provocó despidos y reestructuraciones. Pero DreamWorks todavía se está recuperando y depende de sus populares franquicias para mantenerse a flote.
Hoy, DreamWorks continúa reinventándose. Proyectos como Bad Guys y Puss in Boots 2 demuestran que el estudio todavía tiene grandes historias que contar. Y con las secuelas de Kung Fu Panda, Madagascar y Shrek en proceso, el futuro parece brillante.