¿Recuerdas aquella vez en la que íbamos al cine sin preocuparnos por los spoilers en las redes sociales? “El Señor de los Anillos” vuelve a la pantalla grande y, francamente, apesta a nostalgia.
Entonces, ¿qué haremos esta noche? ¿Estamos viendo otra nueva versión o volvemos a sumergirnos en el universo de Tolkien? Personalmente, mi elección está hecha. Desde hoy, las salas Pathé nos ofrecen la posibilidad de volver a ver esta trilogía legendaria. Y ojo, es pesado: versión clásica o versión larga, la elección es tuya. Yo digo que es la oportunidad perfecta para correr una pequeña maratón. ¿Quién se apunta a 11 horas de pura diversión?
En serio, estas películas son algo. Seguimos hablando de casi 3.000 millones de dólares en taquilla. ¡No son maníes! Y ni siquiera hablemos de los Oscar. “El Retorno del Rey” obtuvo once estatuillas. ONCE ! Es como si la Academia hubiera dicho: "Está bien, pararemos los costes, se lo daremos todo".
Pero más allá de las cifras, lo que resulta loco es sobre todo el impacto cultural. Estas películas marcaron a toda una generación. ¿Quién no ha soñado alguna vez con tener las orejas puntiagudas de un elfo o la barba poblada de un enano? (Está bien, tal vez no todo el mundo tenga barba, lo admito).
Y luego, seamos honestos, es la oportunidad perfecta para lucirse un poco. Imagínate la escena: estás en el cine, empieza la película y allí te inclinas hacia tu amigo para decirle: "Sabías que en la versión larga hay una escena en la que..." ¡Efecto garantizado!
Pero espera, esto aún no ha terminado. Si alguna vez sales de la habitación en modo “¡Quiero más!”, no entres en pánico. Ahí está toda la trilogía de "Hobbit" esperándote. O, si prefieres quedarte en tu sofá, la serie “Los Anillos del Poder” acaba de estrenar su segunda temporada en Prime Video. Es como una versión libre de la Tierra Media.
Y para los más incondicionales, agárrense fuerte: está prevista para diciembre una película animada, “El Señor de los Anillos: La Guerra de los Rohirrim”. ¿No es hermoso?
Honestamente, es genial ver cómo estos clásicos regresan a la pantalla grande. En un mundo donde todo va a 100 millas por hora, se siente bien sentarse y sumergirse en estas historias eternas. Es como reencontrarse con viejos amigos.
Entonces, ¿qué dices? ¿Estás listo para un pequeño viaje a la Tierra Media? ¿O prefieres esperar a la próxima adaptación a la realidad virtual? (Estoy bromeando, pero seguro que alguien ya está trabajando en ello). En cualquier caso ya tengo mis entradas. Y si me buscas, estaré al fondo de la sala, susurrando "Mi preciosa" mientras acaricio mi billete.