Nacido en Kinshasa, en la República Democrática del Congo, el pequeño William tuvo que huir de la guerra junto a su familia. Dirección Bélgica, una tierra acogedora que se convertirá en su patio de recreo musical. Es allí, en las calles de Bruselas, donde el futuro Damso forjará su estilo único.
Pero ojo, el camino no ha sido un río largo y tranquilo. Nuestro hombre tuvo que soportarlo, durmiendo a veces en los pasillos de la estación de Bruselas-Sur. Una elección radical, casi loca, pero que demuestra cuánto creía en su arte. A eso le llamamos tener la losa, ¿no?
Y entonces, el destino llama a su puerta. En 2014, Damso apareció en la lista de reproducción OKLM de Booba. ¡Bingo! El público descubre este fluir desilusionado, estos textos profundos que hablan tanto de su pasado en la República Democrática del Congo como de sus inquietudes como futuro padre. Es el comienzo de un ascenso meteórico.
“Batterie débil”, “Ipséité”, “Lithopédion”… Cada álbum es un nuevo nivel alcanzado. Damso no sólo rapea, también filosofa en la música. Aborda temas tabú con una madurez desconcertante. Prostitución, incesto, suicidio... Nada escapa a su afilada pluma.
Pero no creas que Damso se está durmiendo en los laureles. No, este tipo está en constante evolución. Tomemos como ejemplo “QALF”. Con este disco nos muestra una cara más optimista, sin dejar de hacernos pensar. Nos habla de educación histórica, lejos de los tópicos sobre su país de origen.
Y luego están sus colaboraciones. De Nekfeu a Angèle, pasando por Aya Nakamura, Damso sigue ampliando sus horizontes musicales. Incluso compone para artistas como Kendji Girac o Louane. Nada mal para un tipo que dormía en estaciones de tren, ¿verdad?
Pero Damso no es sólo música. Es un verdadero fenómeno cultural. ¿Sus conciertos? Agotado en minutos. ¿Sus corrientes? Explota los mostradores. En 2021, incluso ganó el Ultratop Streaming Award, el premio al artista belga más reproducido. ¡No es de extrañar que el mundo de la música esté luchando por ello!
¿Y ahora? el ultimo capitulo
Y aquí llegamos al final de la historia. O casi. Damso nos anunció que su próximo álbum, “BĒYĀH”, programado para el 30 de mayo de 2025, será el último. Un shock para sus fans, pero una decisión que demuestra una vez más su madurez artística. “Alcancé el nivel que quería musicalmente, finalmente puedo seguir adelante. Mi terapia musical terminó, estoy curado”, nos dice.
15.000 copias vendidas en 24 horas, sin tracklist ni single. ¿Quién más que Damso podría lograr tal hazaña? Esta es la prueba definitiva del impacto que tuvo en el rap francófono y más allá.
Entonces, ¿qué nos depara este último álbum? Misterio. Pero una cosa es segura: Damso habrá marcado su época. De Kinshasa a Bruselas, de los okupados a los escenarios más grandes, ha trazado su camino, sin concesiones, con sus palabras y su flow como únicas armas. Un viaje que inspira respeto, ¿verdad?
A la espera del 30 de mayo de 2025, no podemos más que saludar al artista, al poeta, al filósofo que es Damso. Y pensar que con sólo 34 céntimos en el bolsillo a veces se puede cambiar el mundo. O al menos, el mundo de la música.