Mehdi es una energía, una visión, una sencillez. Rompió barreras con su música y este documental lo demuestra bien. Kery James, Pedro Winter, MC Solaar y A-Trak hablan para subrayar una cosa: Mehdi tenía la capacidad de innovar sin perder nunca de vista la esencia misma de la música. Arrojó luz sobre movimientos que a menudo eran ignorados, en una época en la que el rap y el electro representaban las voces de la revuelta, las salidas de una juventud en busca de significado. Si quieres entender por qué DJ Mehdi permanece grabado en la memoria colectiva, basta con mirar las imágenes de archivo que aparecen a lo largo del documental. Se exhibe toda una sección de la historia de la música, e incluso de la cultura popular francesa.
Lo que más llama la atención al ver Made In France es la sencillez de Mehdi, incluso en la cima de su carrera.
He aquí un hombre que, a pesar de sus éxitos, conservó una modestia desarmante. Generoso con quienes lo rodeaban, leal a sus amigos, no buscó el protagonismo. Sin embargo, con éxitos como Truc de fou o Signatune, dejó su huella en toda una generación, y no sólo en Francia. No sólo produjo éxitos, sino que creó conexiones entre personas, géneros e incluso continentes.
No olvidemos tampoco el contexto social que formó a este artista. Mehdi venía de los suburbios, de un mundo donde el rap se afirmaba como un grito de resistencia. Con Mafia K'1 Fry , ayudó a sentar las bases del rap francés moderno. Pero lo que hace único su viaje es su transición al electro, un movimiento que, a primera vista, parecía alejado de las preocupaciones suburbanas. Sin embargo, Mehdi hizo de esta fusión un patio de recreo donde todo parecía posible.
El documental no deja de subrayar esta dimensión humana que caracterizó a Mehdi. Aquí reside todo su encanto: no era sólo un genio musical, era sobre todo un hombre con sus dudas, sus alegrías y su pasión. Su prematura muerte en 2011 con tan solo 34 años dejó un enorme vacío en el mundo musical, pero su huella sigue ahí, muy viva.
El homenaje que se rinde a Mehdi en este documental es, por tanto, mucho más que una simple historia profesional. Es la historia de una generación, de un hombre que supo reinventarse sin olvidar nunca de dónde vino. Ya sea en las piezas que produjo para 113, Ideal J o incluso Booba, Mehdi siempre supo aportar ese toque personal, ese detalle sutil que marcó la diferencia.
La serie de seis episodios, transmitida por Arte , es imprescindible para quienes quieran comprender por qué DJ Mehdi es, y seguirá siendo, una figura imprescindible de la música en Francia. Pero también es un conmovedor recordatorio de la importancia de la humanidad en la creación artística. Mehdi nunca hizo cosas por la fama, las hacía porque le encantaba. Dejó una huella imborrable, no sólo en la música, sino también en el corazón de quienes lo conocieron.
El 14 de septiembre, una velada homenaje en la Gaîté Lyrique de París conmemorará el aniversario de su muerte, un momento para celebrar su vida, su arte y todo lo que aportó a la música francesa e internacional. Será recordado como un creador, un visionario, pero también como un hombre humilde, fiel a sus valores.
Y en el fondo, eso es quizás lo más bonito.