La leyenda del fútbol Andrés Iniesta se retira tras una carrera excepcional

La légende du football Andrés Iniesta prend sa retraite après une carrière exceptionnelle
Andrés Iniesta se ha retirado. Eso es todo, se dice. Y, sin embargo, incluso leyendo estas palabras, es difícil darse cuenta. Seguimos hablando de un jugador que, sin hacer ruido, marcó para siempre la historia del fútbol. Hay nombres que resuenan como el relámpago, y luego están los de Iniesta, más discretos, pero igual o más llamativos.

Es oficial desde el 8 de octubre, fecha elegida en referencia a su emblemático número. A través de un vídeo publicado a medianoche en X (antes Twitter), Iniesta ponía fin a su carrera. La imagen es fuerte: un hombre humilde, alejado de los focos, pero con un legado colosal. Casi podríamos olvidar que ganó el Mundial de 2010 y, sin embargo… fue él, Iniesta, quien le dio a España su primer y único título mundial. Recuerda este momento: en el minuto 116, marca contra Holanda. Sólo un gol, pero un gol que vale toda una carrera.

Y ya está, Iniesta. No es el jugador que apila los goles, ni el que grita en el campo para hacerse notar. Es el tipo que hace brillar a los demás, el tipo que hace que el fútbol sea simple, hermoso y fluido. 130 internacionalidades, sólo 13 goles con España. ¿Pero alguien se atrevería a decir que no tuvo ningún impacto?

Su carrera también es azulgrana, claro. Formado en la Masía, formó parte de esa generación de oro que sacudió Europa. Cuatro Champions, nueve Ligas y una influencia en el juego que va más allá de las estadísticas. Es un jugador que quizá nunca haya ganado el Balón de Oro, pero ¿a quién le importa? El palmarés habla por sí solo y, sobre todo, quienes le han visto jugar lo saben. Saben que Iniesta es más que un trofeo individual. Es una clase aparte, un modelo de profesionalismo y elegancia en el campo.

En 2018 dejó el Barça. Rumbo a Japón, con el Vissel Kobe, antes de poner fin a su carrera en los Emiratos Árabes Unidos. Una vez más, sin especial brillantez, pero siempre con esa discreción que le caracteriza. Y eso es quizás lo que más recordamos de él. Iniesta no era sólo un jugador de fútbol, ​​era un artista con el balón, alguien que veía el juego como ningún otro. Un jugador que nunca ha sido realmente reconocido por su verdadero valor.

Y ahora cuelga las botas a los 40 años, después de haberlo ganado todo. Se podría decir que es una carrera perfecta. Pero, curiosamente, nos queda la impresión de que el mundo no siempre ha entendido quién era realmente Iniesta. No es lo suficientemente llamativo ni lo suficientemente “marketing”. Pero si preguntas a los amantes del fútbol, ​​los que realmente conocen el juego, te dirán: Iniesta era el cerebro de su equipo, el que veía las cosas antes que los demás. Un jugador irremplazable.

Ahí lo tenéis, Iniesta se marcha. Pero su legado sigue grabado. Y tú, ¿recuerdas este gol del año 2010? Él está ahí, en nuestra memoria colectiva, como un recordatorio silencioso de lo que logró. No hay necesidad de estatuas, no hay necesidad de grandes discursos. Iniesta es la leyenda silenciosa del fútbol.